jueves, 24 de febrero de 2011

POSTAL


POSTAL


El ramo de flores en el centro de mesa
el primer desayuno juntos
después de la primera gran noche juntos.

Y la vida por delante.

Un beso que voy a trabajar.
Te quiero te querré siempre.

El primer coche: utilitario de segunda mano.

Adiós hasta la noche conduce con cuidado.
Lo haré te quiero.

Larga es la espera.
La tortilla de patata para cenar los expedientes equis en la tele
el salón a media luz dormidos en el sofá.

Mañana hay reunión de vecinos será aburrida como siempre.

Los miércoles al cine con un bocadillo porque no llegamos.

Qué largo es este invierno. No para de llover.

El fin de semana con los nuevos amigos a coger setas
las discusiones sobre política las exposiciones sin ningún futuro.

Mañana no podré venir a dormir..Cosas de este trabajo de mierda.
El mes que viene es tu cumpleaños. Haremos una gran fiesta.
¿Dónde vamos de vacaciones?

Los padres se hacen viejos. Celebraremos el día de la madre.
Estas navidades toca cambiar el orden.
Tenemos que hacer algo con los ahorros.
Se ha roto el utilitario.

Tu primer mercedes la operación de estómago.

Un niño alegra la casa.
Hoy le baño yo.
Le están saliendo los dientes.
Se ha pegado en la escuela.
Ese profesor que no vigila y es un idiota.
En el trabajo me han ascendido. Más responsabilidad
pero el sueldo no es gran cosa.

¿Por qué no hacemos un viaje?
¿A quién dejamos los gatos? Te dije que no los quería.
Qué tal si encargamos un hermanito.
Ahora no es el momento me van a echar del trabajo
reducción de personal al menos lo tuyo va bien.
No esperes que yo te mantenga búscate una gasolinera.
Se ha muerto la abuela esta noche.
Al fin podrá descansar el Alzheimer ya se la llevó hace tiempo.
Hoy me duele la cabeza.
Y ayer y anteayer y mañana.
Me gustaría tener una casa.
Veremos qué se puede hacer.
Con dos grandes árboles a la entrada que se vea cómo pasan los años
voy a teñirme de rubia.
Siempre te preferí morena.
Que sea rubia platino.
Se nota cuánto me amas.
Tú que quieres controlar mi vida.
Antes me respetabas.
Sabes que las personas cambian.
No de esta manera tan brusca ahora eres otra persona.
Ya estás otra vez con lo mismo quiero irme de viaje.
¿Has pensado destino?
No quiero que sea contigo.
Parece que la cosa avanza.
Yo diría que retrocede.
Me refería a tu malestar.
En eso estamos de acuerdo alguna vez tenía que ser.
El hijo ha suspendido todas.
Te dije que necesitaba un hermano se ve que se siente solo.
Como solos estamos tú y yo te hablo y ya no me miras.
¿Decías algo? pensaba en otra cosa.

Leonard Cohen en el reproductor cientos de kilómetros bajo la lluvia
que es siempre la misma lluvia aunque siempre sea distinta
viajamos comemos amamos buscando felicidad
los donativos los seguros médicos los recibos el correo que sólo trae
facturas o malas noticias.

Qué padre morirá primero. Dónde lo enterraremos.
Quiso que lo incineráramos. Quédate tú las cenizas que a mí me producen mal rollo.
Que sola está la mamá.
Como solos estamos todos. Parece que es nuestro sino.
La vida es soledad.

Para huir de ella es que nos casamos.
Para huir de nosotros vamos al cine teatro viajes fiestas conciertos cenas
putas amantes drogas alcohol libros música iglesia consumo televisión gimnasio
fútbol trabajo. También el trabajo.
Nos sirven para olvidar que a una hora del día tenemos que volver a casa.

Buenas noches qué tal ha ido la jornada pareces tener mala cara.
El hijo ya no nos llama dicen que se ha puesto a trabajar.
Ha echado a perder su vida ¿no tienes nada que decir? te noto que estás ausente.
No es nada se me pasará.
Esta noche no me esperes es este nuevo trabajo de mierda diría que no te importa
será que te has acostumbrado será que casi lo quieres tienes cara de enfado.
No soy yo eres tú que no me dejas respirar.
Ya no quieres hacer el amor.
No es eso es que no es esto lo que soñaba.
Mañana es mi cumpleaños.
Perdona me había olvidado.
No vamos a celebrarlo.
Quizás necesitemos un tiempo.
¿Por qué no tres meses? di la verdad y es que ya no me quieres.
Tú lo has dicho yo no.
¿Qué tal si ese tiempo es perpetuo?

Las flores en el centro de mesa. Marchitadas.
Ya no esperes nada.

La vida por detrás.
Sólo somos pasado.

SOLUCIÓN


SOLUCIÓN


Hordas de guerreros enfurecidos cruzaron aquella noche la frontera.
Mataron todo lo que encontraron vivo.
Incendiaron todo lo que podía arder.
Robaron todo lo que podía valer algo.

Herederos de antiguos cazadores recolectores,
si aquellos lo hacían para comer, ahora es por codicia y diversión.
No parece que las sociedades agricultoras hayan mejorado gran cosa.
Salvo poder llenarse la panza. Algunos.

Las enfermedades infecciosas pusieron a cada uno en su lugar:
la facilidad con que se muere.
También el que mucho tiene.

Insuficiente. El cambio se tornó irreversible.
Los que antes acumulaban trigo y cabras,
ahora lo hacen con petróleo, valores y derivados.
Que pocos saben de dónde derivan pero a todos nos llevan a la deriva.
La cuenta atrás del neoliberalismo moderno se gestó hace ocho mil años.
El gen del homo ambiciossor se fijó hace ya tiempo.
Y no habrá discurso solidario ni victimas suficientes que lo cambien.
Tal vez un día volvamos a ser cazadores,
pero no quedando fauna comestible habrá que tirar a por el hombre.
Después de todo, no hay razón alguna
para desperdiciar esa enorme biomasa humana plena de proteínas.
El canibalismo debiera ser la mejor opción para acabar con el hambre:
a menos bocas que alimentar más reservas disponibles.
Y los que quedan no mueren de inanición.
Sólo insectos bacterias y virus nos superan en número.
Y con estos, poco alimento.

Hordas de guerreros cruzaron anoche la frontera.
Mataron a todo el que encontraron vivo:
para comérselo.
La naturaleza es sabia. Ha encontrado la mejor forma para acabar
con la sobrepoblación del planeta. Y después,
después ya vendrán otros que nos sustituyan.

martes, 22 de febrero de 2011

INVITATION




INVITATION


A los clásicos, a los modernos.
A los que nos aplauden a los que jalean.
A los que jaleo arman en cuanto pueden.
A los que se preguntan, a los que se alegran.
A los que dudaban de que esto fuera cierto.

A los que se emocionan, a los que lloran.
A los que lloran porque se emocionan.
A los que chinchan, a los que rabian.
A los que chinchan rabian porque nos envidian.

A los que nos aman, a los que nos apoyan.
A los que por tanto amarnos
se sobran aunque nunca sobran.
A la familia que es también amiga. A los amigos que se han hecho familia.

A los que de los errores aprenden,
y por eso en ellos la chispa de un nuevo sueño prende.
A los que nada de esto saben. ¡Y no saben lo qué se pierden!
A los jóvenes enamorados. A los adultos reenamorados.
A los viejos que, echando la vista atrás,
se arrepienten de cuantas veces la tentación vencieron.

A los que quieren venir, a los que queremos.
A los que vengan. A los que queremos que vengan.
A los que queriendo venir no pueden.
A los que no pudiendo venir quieren.
A los que porque nos quieren vienen.

A los que aparecen bien trajeados y terminan descamisados.
A las que bien maquilladas vienen y se marchan contentas y arrebatadas:
se juntaron con los descamisados.

A los santos que beben hasta que se emborrachan.
A los delincuentes porque todavía fuman.
A los que como nosotros quisieron correr la misma suerte,
y preguntan dónde se han de poner las velas.
A los que vamos a toda vela, porque valemos y nos lo merecemos.
A los que nos velan cuando de nosotros se acuerdan.
A los que se desvelan porque de nosotros se acuerdan.
A los que se rebelan porque cuando nos velan se desvelan.

A los que el día cincuenta, ¡del año que corre en curso!
quieren con nosotros venirse. Sólo por ver,
lo que tenemos que decir.

Porque queremos que todos vengan.
Y después se marchen. Y lo cuenten:
se ha hecho verdad lo que anunciaron.

DIATRIBA


DIATRIBA


Amargo es el sabor de la victoria,
por ser el preámbulo de la próxima derrota.

Si largo ha sido el camino andado,
es nada comparado con lo que queda por hacer.

Si un simple corcho salvavidas
te separa de la angustiosa muerte del ahogado,
¿cuántos céntimos vale, en realidad, tu vida?

La nostalgia es la ensoñación de lo pasado.
La melancolía la tristeza del presente.
La tristeza el poso reposado tras haberse,
el pasado y el presente, evaporado.
Si la ilusión se teje con los hilos invisibles del futuro
¿cuándo tiene sitio la felicidad en la existencia?

De todas las esperas, ¿cuál es la que más nos desespera?:
la del médico, la del tribunal.
La de lo que está por venir o la de lo que queremos que se vaya.

Mal momento elegiste para las decisiones importantes.
Presa del pánico has forzado el cambio, y ahora vivimos en el terror:
consecuencias de la precipitación.
El tiempo necesario para evaluar los acontecimientos
es inversamente proporcional al disponible para hacerlo.

Este va a ser un año difícil dijo Tolomeo.
Y hasta hoy.
No te sorprendas de que no te escuche cuando hablas:
ni tú dices nada interesante, ni yo oigo.
Dejaremos esta conversación para mañana
por aquello de que el mañana nunca llega.

B & N


B & N


Hicimos miles de fotos el día que nos casamos.
Tantas como hoy se han roto.
Cruel es este juego de la vida:
que de tanto dar vueltas se torna retorcido.
De tanto trasmutar el verso en prosa todo lo vuelve perverso.

Se quebraron todos los sueños por un mal sueño.
Un espejismo suicida con banda sonora merengada.
Y los malos momentos tornaron perpetuos.
Todo torna ya lo ves.

No descubro nada nuevo, nada útil. Nada estrictamente necesario.
Vivir es fatuo y vano. Otro mal sueño.
Aunque mejor que despertar:
siempre se puede empeorar.

De todas las promesas que hicimos,
antes aún de conocernos,
parece que ni una cumplimos.
Quizás nos faltó amarnos.

A veces, echo de menos la felicidad engañosa
de una vida acomodada.
El falso bienestar de que algún día nos quisimos.
La realidad es esta pesadilla en la que vagamos como muertos.
Con los ojos cegados por el dolor y la sangre.
Aún así, peor es el horror de ver lo que tenemos delante.

Aves de alas rotas, delfines atrapados en redes de deriva:
lo que le da menos sentido.
Caballos que ya no pueden saltar. Ni correr.
Lobos desdentados. Osos hambrientos al final del otoño.
Flores en el desierto.

Todo lo que fuimos, la fuerza que juntos nos dimos,
desapareció. Se perdió en las tinieblas de la decepción.
No eras tú. No era yo. Era que vivíamos en el infierno:
el infierno del vacío.
Nos abrasamos.

Se me secaron las lágrimas por todo lo que vi.
La culpa es el castigo que nos mata a fuego lento
Sigo preguntándome por qué
Y luego me digo, para qué.
Qué hacer con los recuerdos que se quieren olvidar.
Dónde esconde la tristeza y la soledad el derrotado.
Cómo se maneja tanto desprecio.

Vivo en un invierno permanente,
y me engaño con que a ratos sale el sol.
Cierro los ojos y me dejo acariciar.
Minúsculos momentos robados a la guillotina del tiempo.
Sobrevivir a cualquier precio, ¿es lo que importa?
Nos aferramos a esta vida inútil.
Será porque no conocemos otra.

De los miles de fotos que guardamos, sólo me queda el blanco y negro.
Se nos fue el color esperando el momento adecuado.
Se nos olvidó vivir, en realidad.

No fuiste tú, no fui yo.
Es este largo, largo desencanto.


jueves, 17 de febrero de 2011

PIEDAD



PIEDAD


A la fiesta de tu vida, del resto de tu vida,
has venido con tu vestido nuevo:
gris perla, finos brocados de seda. Corte a medida.
A la medida de tu gran persona
que no se dibuja de un solo trazo.
Donde confluyen las curvas anticipadas de tu cuerpo
con los ángulos inesperados de tu carácter.
Donde confunde la debilidad oculta
en los regios salones de tu fortaleza.

Has llegado con la sonrisa abierta
como siempre.
Y una lágrima atacando traidora el flanco norte de tus labios.
Perla gris como tu vestido. Perla extraordinaria
preciosa y rara como tú misma.
Perla lágrima combinada:
por aquello de tu vestir monocromático.

Niña has sido herida en tu tesoro de ilusión.
Mujer dolida en la incomprensión.
¿Quién pudo ser tan torpe para no comprender tu intención?:
seré hoy la reina por ti. Seré lo que te mereces.
Aún iré más allá, y seré lo que quieras que sea.
Aunque no pueda. Aunque me cueste la vida,
seré por ti para ti. Sea y dejaré de ser
porque tú me lo pidas.
He luchado tanto para llegar hasta aquí. Y hasta ti,
que nada me importa dártelo todo.
Incluso lo que no tengo.

A la fiesta de tu vida, perdón, del resto de tu vida,
te has acercado pidiendo la mano. Aún menos:
apenas un dedo donde colocar el arete
que sin ser un candado a ti te protege,
de la desleal competencia del resto.
Y desafiante gritando dices que te pertenezco.
Trajeada de fantasía y esperanza
has aparecido con un secreto nudo en la garganta. Ay.
Ay por todos los que te faltan. Ay
por tu vida robada. Ay
por tus sueños quebrados. Ay
porque mucho de lo que sembraste
otros lo han cosechado.
¡Y aún lo llaman socialismo solidario!

Pero hoy quieres ser feliz, así que esto lo dejas a un lado.
A un lado del baúl donde mimas todo lo que son recuerdos
Y lo apartas de lo que son dolores.
Y aunque segura caminas, galante pisas y convencida avanzas
por el largo y corto paseo de esta roja alfombra,
que no te dará fortuna ni gloria,
respiras emocionada hacia un compromiso para el que,
al cumplidor guardián de tu enroscado corazón,
no hemos pedido permiso.
Rendido está él también a la misma causa perdida.
Llámala yo.

Dolida en tu vestido de nubes grises
el viento de la libertad te ha empujado hasta mí.
Otra vez para dejar de serlo.
¿Será que no puedes vivir sin dueño?
En ese caso, debes desandar el camino,
pues lo más que puedo ofrecerte, es que hagamos equipo.
Hoy sólo quiero que conserves ese vestido
color mañana de invierno.
Cuídalo, guárdalo. Pues sé que en realidad,
lo compraste por mí.
Para que desafiando a mis ojos hoy puedas decir:
mírame. ¿No ves que estoy joven, delgada y guapa?

A qué esperas. Di que sí.

Bésame y llévame.

miércoles, 16 de febrero de 2011

RETO


RETO


Revolviendo entre chatarras, encontré a Capo.
Revolvíamos él:
ordenando.
Y yo:
curioseando.

Mediana edad, moreno, hombre sufrido y flaco.
Le vida le había pegado mucho. En exceso.
Treinta años de drogas, la mitad encarcelado.

Las mujeres que un día le amaron, pronto le abandonaron.
Los hijos que éstas le dieron, pronto se los robaron.
Los padres ya se murieron:
de viejos de rabia y pena.
Los hermanos pasaron página. Y a Capo con ella.

Abandonado a su mala fortuna,
a Capo le hizo picadillo la rueda de la fortuna.
Con él se hizo una hamburguesa este sistema de mierda.
Le devoró, le engulló. Y luego,
por ser seropositivo con asco lo vomitó:
hecho papilla de heridas.

Al borde de la muerte agónica, Capo sobrevivió entre basura.
Entre ella, dice Capo, dios se lo encontró.
Yo creo que fue al revés, y él lo descubrió primero.
Ya que dios no se deja ver sino por quien quiere ver.
Por quien quiere verlo.
Pero no discutamos esto, vayamos a lo esencial.

Capo se hizo un bastón con su dios de madera.
Suficiente porque le sirvió:
pues de aquella existencia perdida, salió.
Y se encontró.
Esta vez a él, que es más importante que dios.

Capo ha ganado autoestima.
Y con ello su vida.
Trabaja ahora recuperando lo que esta sociedad desprecia.
Dando un nuevo uso a eso que otros no quieren.
A lo que tiran.
Como lo tiraron a él.
Por eso Capo aprecia tanto lo que vende.
Sabe que todo es cuestión de oportunidad.
Y hay quien no la tiene.

Movido por las circunstancias, ahí me lo encontré yo:
silla arriba, estufa abajo, lámpara de mesa vieja.
Vieja la mesa la lámpara la estufa la silla.
Como vieja es la costumbre de comprar para acumular.

Entre curiosidad y preguntas, a Capo le conté mi historia.
Creyendo que no había otra.

Entre obligación y cortesía, a Capo le pregunté la suya.
Y esa sí que era única.
Violenta dura excepcional.
Descomunal salvaje y cruel como la propia vida.
La propia vida de otros cuando,
por encima de tus pesadillas, prestas atención al extraño.

Capo y yo no nos hicimos amigos, sólo nos confesamos.

Él con su dios de madera, lucha por no morir cada día.
Yo quejándome de mi suerte, mimo mis banalidades.


martes, 15 de febrero de 2011

JOU PACATO


JOU PACATO


Me escribe el administrador, diciendo que delatándome andas.
En tu línea: con cobardía, por la espalda.
Maldito saco de mierda, mira que eres imbécil.
¿Creías que no me iba a enterar?
Imagino quién te habrá escrito la carta,
ya que tú no sabes unir una letra tras de otra.
Si hasta habrás tenido que pedir ayuda
para no pegar el sello torcido.
Que distinguir no sabes, el revés del derecho.
A chuparlo no habrá hecho falta,
siempre fuiste un chupatintas.
Falso pelota baboso y traidor.
Porque de frente no vas, ni aunque sea a por pan:
natural, cómo si ni dos dedos de frente tienes.
Ni creo que diferencies, el pan de la mierda en harina envuelta.
Cómo hacerlo, siendo parte de ella, desde el día que te escupieron.
Porque parirte no te parieron.

En un pesebre ocurrió aquel trance. Como el mismo niño Jesús.
Pero a ti te pateó la burra. Y aunque idiota ya eras
a ti te confirmó para siempre.

Desde entonces vas por la vida gritando.
Por ver si así te respetan.
Porque eres de los que creen, que para tener razón
todo hay que decirlo chillando.

Como te gané la partida, todas las partidas,
ahora te come la rabia. Y como perro rabias y ladras.
Por eso cuando te dan la espalda, muerdes a ver si contagias.
Pero hasta para esto eres tonto. Y en tus propias babas
te atragantas.

No podía ser de otra forma, y te acompaña la suerte del tonto.
Pues tonto de remate eres.

Mejores que tú se fueron, y a ti te conservan los años.
Será porque de tanto macerarte en vinagre
no te mueres aunque todo corrompes.

De todo hablas mal. A todos calumnias y difamas.
Y como no te soportan, te quejas porque te extrañas.

Cara de mulo tienes, ideas de borrego tonto. Solo te falta el rabo
para hacer de ti un torico.
Qué más quisieras, si no teniendo cojones,
mira cómo fanfarroneas.
¡Y aún hemos de verte en misa, dando a todos la mano!
Siempre me pregunté por qué no te perdías una.
Hasta que vi la razón, de que ahí te encuentras con judas:
esa familia, que tanto une.

Al dios de la venganza rezas,
el rosario del rencor del cuello te cuelga.
La envidia te corroe por dentro. La miseria de la que estás hecho.
Incapaz de ver más allá, de lo que tus narices alcanzan.

Atontado naciste, embobado vives,
morirás dejando un cadáver estúpido.
No sé qué haremos contigo, porque ni para estiércol vales.
Así que habrá que mandarte lejos,
pues con tu inútil vida, desaparecer,
es lo mejor que puedes hacer.


jueves, 10 de febrero de 2011

ENCIERRO



ENCIERRO


Perro en su caseta soy. Atado a la cadena perpetua.
Escondido y atemorizado malvivo esta vida
a la que me has condenado.
Traicionando mi lealtad, mis años de cariño y buen servicio.
Siempre me trataste a patadas. Perro soy, al cabo.
Y te dirigiste a mí con gritos desprecio y con insultos.
Mi naturaleza de servidor, todo lo toleró.

No te bastó.

Un día inesperado me echaste de tu vida.
Y lo que antes fueron arrumacos, caricias, lametones
se tornaron arañazos y babas.
Me echaste de tu vida a patadas. Cómo si no.

Tampoco esto te bastó.

En realidad, muerto verme querías. Y aunque durante años
me fuiste envenenando,
enfermo de tristeza y abandono, seguí viviendo.

Sólo por verme cautivo
a la autoridad diste la voz de alarma.
Exigiendo una guarda y protección, que nunca fueron necesarias.
Tuviste suerte y te creyeron.
Se te da bien el drama.

Hicieron por ti lo que querías.
Sin saber que también ellos, eran entonces tus esclavos.
Marionetas dóciles del espectáculo circense
que has hecho de tu vida.
Es lo que tienen las mentiras,
que de puro repetir siempre convencen.

Aquellos hombres me llamaron con engaños.
Y yo de natural crédulo, dejé que me echaran el lazo.
Atado quedé, tal vez para siempre,
en la caseta que es mi cárcel y mi muerte.
Pintadas las paredes con el color de la amargura.
Y aún debo estar contento, me dicen.
Cuántos por menos ahorcados fueron.
Es cierto que la desdicha siempre puede empeorar.

Ni me basta ni me gusta: lo que oigo lo que veo.
Que no es nada porque no hay esperanza.
Amarrado en este minúsculo espacio de silencio y soledad
he pasado los dos últimos años.
Olvidando lentamente los recuerdos:
aquellos días lejanos en que fui tu servidor.
Parece que yo también nací perro esclavo.
Hoy soy un perro despreciado. Insultado y humillado.
Ni orgullo me queda.
No creo que nunca lo tuviera.

Ni esto te basta.

Vienes a visitarme cuando te place.
Pero lo haces a escondidas, de noche o por sorpresa.
Más cuando sabes que duermo.
Es el instinto de quien nace cocodrilo:
se come a sus hermanos. Muere cocodrilo.

Sabiendo que de aquí no puedo escapar
me das una paliza y te vas.
Otra vez los insultos, patadas, reproches, piedras.
La ira descontrolada.
Con la furia hecha persona, me abandonas sin dejarme.

¡Y aún te quejas de que ladre!

Nací perro, moriré aperreado.
Perro aperreado apedreado.

Yo sí que me equivoqué, al elegir mi dueño.


lunes, 7 de febrero de 2011

RETROCESO


RETROCESO


¡Y volveremos a la leña! A calentarnos con ella.
Calentarnos cuando la cortamos calentarnos cuando la quemamos.
No puede haber más eficiencia.

Volveremos a la leña por culpa de los combustibles fósiles.
Por culpa de su precio.
Arrebatados a la sociedad por unas pocas.
Unas pocas sociedades mercantiles
a las que el poder les asiste servil.
El poder entregado por el pueblo, arrebatado,
también esto,
al pueblo.
Así, todos serviles.

Y volveremos a cortar el césped del jardín. Pero esta vez será definitivo:
a cortarlo del todo para hacer de él un huerto.
Reconversión social, total y voluntaria:
del césped de pijos consumistas y ociosos,
al huerto de hambrientos y menesterosos.
Se acabó la fiesta,
y la sociedad del bienestar reventó con el último cohete.
Adiós a la barbacoa, mejor una buena lumbre, de leña.
De la de calentarnos con ella.

Y volveremos a tener gallinas paseando por el huerto.
Ese en el que ayer hubo un jardín.
Y las mimaremos como mimábamos el césped.

Volveremos a la cría de conejos y de cerdos.
Para comer la carne que por el precio de los biocombustibles,
pagar no podemos.
Otra vez los combustibles y nuestro afán por desplazarnos.
Va a ser que viajar no resulta tan enriquecedor.
Va a ser lo contrario, al fin.
Las antiguas migraciones de cazadores recolectores de ayer,
son el turismo de los estómagos llenos aburridos de hoy.

Volveremos a las lechugas los tomates el maíz y las patatas,
del huerto que ayer era jardín precioso,
para poder comer
sin tener que ser esclavos de la semilla certificada:
genéticamente reforzada tramposamente esterilizada.
Para tener que comprarlas cada siembra.
ADN arrebatado a la sociedad por unas pocas.
Sociedades mercantiles.
Son anónimas tan oscuras casi opacas.
Lo que no interesó a los del petróleo se lo quedó Monsanto.
Santo sea este desigual reparto de pan y peces.
Migas con escamas.

Volveremos al trueque,
que a nadie convence el otro cambio de dinero por el resto.
También el dinero desapareció de la circulación
arrebatado a la sociedad por unas pocas.
Sociedades bancarias insaciables que ahora
llorando aseguran ser deficitarias.

Ya no queda nada que exprimir a la otra sociedad, la que es el resto.
Así que se acabó el sueño de enriquecernos.
Nunca pudo ser tal cosa, por ser a costa de nosotros mismos.
El rico-ser sólo puede serlo fagocitando al pobre-ser.
Es lo que hay. Tonto tú que no lo ves.
Ingenuo aquel que no lo quiere ver.

Volveremos a remendarnos las camisas,
a repararnos los abrigos los sombreros los zapatos.
Volveremos a calentarnos con tres mantas. Aún así,
a pasar frío en la cama. A los calzoncillos largos,
las camisetas gruesas.
Los jerséis de lana tejidos en casa a la tenue luz de vela.
Que no será romanticismo sino miseria y escasez.
Al pan racionado, pan moreno. Aceite requemado.
En las patatas a lo pobre ya no habrá poesía,
sino prosa revivida.
Volveremos a saber lo que es el hambre.
Ahí se reconoce al hombre.

Volveremos a los cincuenta antes de que acabe esta década.
Para no olvidar lo que es sufrir.
Sufrir por no tener, para comer.

Volveremos a no ser. Pues, en verdad,
esto es lo que siempre fuimos.

jueves, 3 de febrero de 2011

PRESOS


PRESOS


Estoy por mandarte a la mierda, pero me contengo.
Es esta educación judeocristiana, de mierda,
la que no me deja.
Adoctrinados somos desde que nacemos.
En lo que se puede hacer y lo que no:
más esto último.
Las prohibiciones son para tener al pueblo acobardado
y al poder acomodado.

Nada más verte la luz del sol, porque tú a ella no la ves,
te asignan una identidad.
No para que sepas quién eres,
los hay que mueren sin haberse conocido,
sino para tenerte controlado.
Incluso en la escuela se te enseña autocontrol:
refinamiento perverso del estado
culminando en que seas tú mismo el preso y carcelero.

Deja de molestar, maldito ciudadano,
enciérrate tú mismo y después tira la llave.
Calla y obedece por el resto de tu vida.
¿Quién te dijo que, ésta, te pertenece?
Calla y obedece, desgraciado.
Que aquí el único con derecho a mandarte a la mierda,
es el estado.
Sin importar el estado, en que te encuentres.
Mental o geográfico.

Nada es tuyo, no lo intentes.
¿Es que aún no has aprendido a valerte
controlarte
condenarte
por ti mismo?
¿Crees acaso que tu vida es un regalo?
Es sólo una parte del trato, tú nos la das,
nosotros la administramos.
Y no seas tan egoísta, que se lo debes al interés general.

Cuando la generalidad es lo importante
la individualidad es arrollada.
Por eso solo eres carne triturada.

La próxima vez que quieras mandar a alguien a la mierda
piensa en algo productivo
y produce,
condenado.
De mierda.

TUNDRA


TUNDRA


Atrapado por el hielo y la nieve,
he quedado aislado en este reducto inhóspito y extraño.
Niebla y nieve dan la luz más engañosa
por ser la luz que siempre te pierde.

Deshecho de mí se han los amigos.
Deshecho me han los enemigos.
Los primeros no lo eran tanto.
Los segundos vienen a tropel.

Mal los elegí, a los amigos.
Como mal elegí este lugar para vivir.
Más es un lugar para morir.

Me desertaron las fuerzas,
dudo si alguna vez estuvieron a mi lado.
Malgasté mis fuerzas
en una causa de antemano,
perdida.

Perdido está el tiempo, y yo con él.
Colgado como un espantapájaros de la estaca más alta.
No será para ver, sino para que me picoteen.
Es lo que ocurre cuando la vida es vinagre.

De todos tus errores, a mí me culpaste.
De tus frustraciones paranoias amarguras,
y locuras,
también.

Aislado estoy en este páramo helado.
No corráis a buscarme, no quiero ver a nadie.

Sé que no se trata de decir la verdad
Sino de ganar o perder.
La justicia es sólo para los que tienen suerte.